Viene siendo frecuente el uso de cierta terminología que se extiende en internet y que responde a modas. Una de las palabras talismán es ‘comunidad virtual’, término que, junto a otros como ‘multimedia’, ‘universidad virtual’, ‘portal’ etc.… se está empleando para cualquier cosa.
Debemos tener presente que la existencia de dichas comunidades radica en las grandes posibilidades de socialización y de intercambio personal que proporcionan las redes. Por otra parte, estas comunidades dedicadas a la profesionalidad hacen que en determinadas circunstancias estas comunidades generen conexiones más fuertes ligadas a objetivos concretos y que pueden dar lugar a verdaderas comunidades virtuales de aprendizaje donde el motivo principal de la existencia de dicha comunidad pasa de ser el intercambio y la intercomunicación a ser el aprendizaje y el desarrollo profesional.
Podemos comenzar diciendo, por tanto, que el concepto de comunidad virtual está íntimamente ligado a la existencia de internet. Se trata de un universo paralelo creado y sustentado por las telecomunicaciones al que se accede mediante cualquier ordenador conectado. Cuando Internet se utiliza para desarrollar tareas políticas o personales, o de intereses concretos, genera fuertes niveles de interacción.
Una forma de co-presencia virtual se establece como resultado de interacciones electrónicas individuales que no están restringidas por las limitaciones de tiempo ni del espacio: esto es la base de lo que se entiende como ‘comunidad virtual’. Las comunidades virtuales pueden considerarse comunidades personales, en cuanto que son comunidades de personas basadas en los intereses individuales y en las afinidades y valores de las personas.
Desde la generalización de Internet se han configurado comunidades de este tipo, formando grupos de discusión cuyo objetivo siempre ha sido unir a las personas en torno a un tema de interés común. Por otra parte, los avances en la distribución de multimedia y en la realidad virtual están facilitando la aparición de ciudades virtuales que experimentan la misma concentración humana que las ciudades reales, pero en este caso mediante comunicación digital.
En definitiva, podemos considerar las ‘comunidades virtuales’ como entornos basados en Web que agrupan personas relacionadas con una temática específica que además de las listas de distribución (primer nodo de la comunidad virtual) comparten documentos, recursos… Estas comunidades virtuales serán tanto más exitosas, cuanto más estén ligadas a tareas, a hacer cosas o a perseguir intereses comunes juntos.
Debemos tener presente que la existencia de dichas comunidades radica en las grandes posibilidades de socialización y de intercambio personal que proporcionan las redes. Por otra parte, estas comunidades dedicadas a la profesionalidad hacen que en determinadas circunstancias estas comunidades generen conexiones más fuertes ligadas a objetivos concretos y que pueden dar lugar a verdaderas comunidades virtuales de aprendizaje donde el motivo principal de la existencia de dicha comunidad pasa de ser el intercambio y la intercomunicación a ser el aprendizaje y el desarrollo profesional.
Podemos comenzar diciendo, por tanto, que el concepto de comunidad virtual está íntimamente ligado a la existencia de internet. Se trata de un universo paralelo creado y sustentado por las telecomunicaciones al que se accede mediante cualquier ordenador conectado. Cuando Internet se utiliza para desarrollar tareas políticas o personales, o de intereses concretos, genera fuertes niveles de interacción.
Una forma de co-presencia virtual se establece como resultado de interacciones electrónicas individuales que no están restringidas por las limitaciones de tiempo ni del espacio: esto es la base de lo que se entiende como ‘comunidad virtual’. Las comunidades virtuales pueden considerarse comunidades personales, en cuanto que son comunidades de personas basadas en los intereses individuales y en las afinidades y valores de las personas.
Desde la generalización de Internet se han configurado comunidades de este tipo, formando grupos de discusión cuyo objetivo siempre ha sido unir a las personas en torno a un tema de interés común. Por otra parte, los avances en la distribución de multimedia y en la realidad virtual están facilitando la aparición de ciudades virtuales que experimentan la misma concentración humana que las ciudades reales, pero en este caso mediante comunicación digital.
En definitiva, podemos considerar las ‘comunidades virtuales’ como entornos basados en Web que agrupan personas relacionadas con una temática específica que además de las listas de distribución (primer nodo de la comunidad virtual) comparten documentos, recursos… Estas comunidades virtuales serán tanto más exitosas, cuanto más estén ligadas a tareas, a hacer cosas o a perseguir intereses comunes juntos.