
Además de ser una nueva vía de socialización, Internet es el escondite perfecto para criminales y gente con malas intenciones. La red les proporciona la seguridad y el anonimato que necesitan para llevar a cabo sus temibles prácticas.
El acoso a través de Internet no es nada nuevo, si no todo lo contrario, se ha convertido en una de las prácticas más habituales en la red y resulta muy difícil encontrar a los verdaderos culpables. Estos tipos actúan de un modo determinado, se ganan la confianza de su víctima y la chantajean hasta que consiguen lo que quieren.
Poco a poco, va aumentando la cifra de afectados por este acoso, los cuales suelen ser siempre menores de edad, en Estados Unidos un 32% de los jóvenes reconocen haber sufrido vejaciones por Internet.
Estas prácticas merecen ser sancionadas por la ley, pero para esto hay que encontrar a los verdaderos culpables, cosa complicada en Internet, ya que cualquier persona se puede crear una identidad nueva si deseas mantenerse en el anonimato. Por esto, aunque las leyes sí sancionan estas prácticas en la teoría, en la práctica son difíciles de aplicar, ya que en la amyoría de casos no se puede demostrar la culpabilidad de los acosadores.
En conclusión, se debe tener mucho cuidado respecto a las personas con las que contactamos en la red, ya que no dejan de ser desconocidos... que pueden resultar ser acosadores.
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